Para que un museo funcione, incluso, para que los cuadros sean colgados en sus paredes, se requiere de una cadena de expertos que en conjunto cumplen una serie de funciones distintas. Por ejemplo, hay quienes tienen los estudios y el conocimiento para imaginar excelentes e interesantes temas bajo los cuales presentar una idónea selección de obras; hay quienes dominan el correcto uso del espacio y de los objetos que serán distribuidos en las salas del museo; hay los que manejan con destreza los programas de diseño gráfico, los que saben como restaurar piezas rotas o deterioradas y así, cada equipo y actividad al interior del museo es útil para realizar una exposición que al visitarla, puede resultar toda una experiencia para tus sentidos.
A continuación veremos cómo está conformado el equipo museal básico y cuáles son los materiales museográficos a su disposición. ¿Te animas a formar parte de un museo? Aquí algunas posibilidades de acuerdo a tus intereses.
Equipo museal
- LOS CURADORES
Son los encargados de investigar así como de plantear los temas de la exposición, de seleccionar las obras y los bienes culturales a exhibir y de sugerir los recursos y despliegues museográficos más adecuados. Trabaja en coordinación con todos los demás equipos.
Al curador le encanta escribir sobre las ideas que rondan su cabeza y sobre el proceso de realización de la exposición a su cargo. Sabe y está convencido, de que hay muchas formas de pensar y de ver las cosas que nos rodean. Puede, por ejemplo, contar una gran historia tan solo teniendo ante sí, pequeños objetos.
- LOS MUSEÓGRAFOS
Tienen habilidad en el diseño y distribución de los objetos en el espacio, toman las medidas de la sala para identificar las dimensiones de las paredes donde se colocarán los bienes culturales y sus recursos museográficos. Escogen, e incluso, diseñan los recursos museográficos como la forma y los colores de los paneles, los pedestales, las paredes, las vitrinas que sostendrán los objetos.
El museógrafo tiene la manía de ver e imaginar exposiciones por todos lados, así como en todos los ambientes donde su mirada se pose y sea un reto para su trabajo. Cuando van a ver otras muestras… saben que lo hubieran hecho mejor.
- LOS CONSERVADORES
Son los encargados de preservar el patrimonio cultural, proteger los objetos de los rayos del sol y su intensa luz ultravioleta, de los mil y un insectos que se comen lo encuentran a su paso, del polvo intruso que cubre las cosas y de la humedad que provocan los hongos.
Cada cierto tiempo los conservadores de un museo realizan mantenimiento y conservación a las obras que forman parte de la colección de un museo con mucho cuidado. Cuando encuentran o llegan a sus manos aquellas obras que por un motivo u otro están deterioradas, sacarán a relucir las técnicas científicas adecuadas para restaurarlas cuyos secretos, conocen a profundidad a través de intensos estudios.
- LOS MONTAJISTAS
Mucha imaginación, pensamiento práctico, habilidad con las herramientas y soluciones creativas en el momento, son algunas de las habilidades de quienes conforman el equipo de montajistas de un museo. Ellos “montan” los cuadros en la pared como quien sube a un niño sobre el lomo de un caballo: con el máximo cuidado y protección necesarias.
Este equipo es el encargado de manipular los objetos de la exposición, de colocarlos en su lugar o en su mueble definitivo. Su herramienta favorita es la “wincha” pues con ella miden las alturas de los objetos y de las paredes.
No tienen miedo a las alturas, suben las escaleras más altas para llevar a cabo los pedidos del equipo de museógrafos y del curador, o para dirigir los focos que iluminarán adecuadamente las obras. Muchas veces son conocidos como el equipo oculto detrás de una gran muestra. Sin los montajistas, no hay exposición.
- LOS DISEÑADORES GRÁFICOS E ILUSTRADORES
Tienen mucha habilidad en el dibujo y el color. Manejan tanto las técnicas tradicionales como los más recientes programas de ilustración. Los diseñadores se encargan de crear y proponer la línea gráfica de la exposición, como una tipografía (letras) que sea cercana al tema de la muestra y que junto a otros diseños se instalen las paredes o paneles.
Elaboran las imágenes que adornarán las salas del museo, diseñan y diagraman los catálogos, así como los anuncios con que se difunden todas las interesantes actividades que se programen.
- LOS COMUNICADORES
Son los encargados de difundir las actividades alrededor de una exposición, como la inauguración, los horarios y fechas o las diferentes actividades educativas y culturales que se han programado al respecto. Pueden crear noticias luego de conocer las historias al interior de los museos, como los detalles de una exposición, la rareza de los objetos expuesto o las labores y retos de los diversos equipos museales.
Deben tener conocimiento sobre el uso de las redes sociales, y el manejo de cámaras de fotografía y de video, pues deberá producir contenidos audiovisuales propios y crear estrategias para su difusión. El comunicador representa un puente necesario entre los usuarios y el museo.
- LOS EDUCADORES DEL MUSEO
Tienen la vocación y la pasión por enseñar todo lo concerniente a la historia y el poder del arte. Nos hablan de los artistas y de como sus obras se relacionan constantemente con el mundo y con todo lo que nos rodea.
Se han especializado en el estudio y en el conocimiento de distintas técnicas de comunicación y de enseñanza con el objetivo de compartir con todos los públicos los contenidos de las exposiciones. Cada día en el museo aprenden algo nuevo mediante la experiencia y el diálogo con los visitantes de todas las edades.
Analizan tanto las obras de arte como los bienes culturales y proponen diferentes lecturas visuales, así como sugerentes recorridos temáticos por la exposición. Idean dinámicas para motivar la participación de diversos públicos y elaboran sus propios materiales como parte del área educativa del museo.
Su preocupación es actualizar sus conocimientos de forma constante y así poder estar al día con las distintas miradas que surgen de los espectadores, chicos y grandes.
- LOS GUARDIANES
Ya debes haberlos visto y conocido. Son los encargados de evitar que te acerques demasiado a las obras de arte en un museo o que tan solo intentes tocarlas. La curiosidad es genial, pero no está permitida si al explorar provocamos daños a objetos que tienen que perdurar por siglos para que generaciones futuras puedan observarlas.
Los guardianes del museo están allí para impedir que los bienes culturales sufran por el contacto sin motivo, por el descuido o que sean el objetivo de los amigos de lo ajeno. Verifican que todos los visitantes al museo tengan cuidado con los objetos en exhibición: que no ingresen con alimentos ni bebidas, que no se apoyen en las vitrinas y provoquen así que los vidrios se rompan, que eviten el flash de las cámaras pues afectan la delicada “piel” de las obras de arte.
Pese a que son los guardianes de la historia y protectores de nuestro patrimonio, muchas veces su labor no es comprendida y nos molestamos con ellos cuando nos llaman la atención ante nuestros descuidos.
Materiales museográficos
Si un museo es la casa de los pequeños objetos que cuentan grandes historias, pues nuestro hogar también es un museo si tan solo contemplamos alrededor nuestro y analizamos los recuerdos y memorias que allí se resguardan.
Te contamos que las herramientas que tenemos en casa son las mismas que se utilizan en los museos: escalera para llegar alto, wincha para medir, lupa para observar los detalles, nivel para evitar que nuestros cuadros aparezcan “chuecos”, lápiz y papel para catalogar los objetos o anotar nuestras ideas o tareas pendientes; martillo y clavos para colgar las obras de arte y muchos otros recursos que iremos conociendo en el transcurso de nuestro trabajo en un museo.
También podemos crear nuestros propios muebles, como vitrinas o pedestales ye incluso las maquetas y dioramas utilizando materiales reciclados. Con letras recortadas, carteles a mano o impresos, con cartulina y papelógrafo, podemos producir Infografías e ilustraciones así como los textos que explicarán los contenidos de nuestra exposición.
¡Hogar, dulce museo!